viernes, 10 de enero de 2014

Fin de año en Tailandia

Santiago de Chile 27 de octubre de 2013

Llegando a Kotha Chai

Cruzamos la frontera por un paso llamado “el puente de la amistad”, en realidad se trata de un puente sobre el río Mekong y que enlaza la carretera que va de Vientiane (Laos) a Nong Khai (Tailandia). Este paso fronterizo es muy popular y frecuentado ya que Laos importa muchas mercancías del país vecino. Tailandia es de los pocos países de del Sudeste Asiático (junto con Malasia y Singapur) que no cobra visa al turista Occidental.  Los policías Tailandeses  ponen un sello en el pasaporte con la fecha de entrada y listo!
Se nota muchísimo que Tailandia es un país enormemente turístico  y que lleva más de 20 años de ventaja sobre el resto del Sudeste Asiático. Ellos no esconden sus intenciones, su objetivo es claro: ponerlo fácil para que los extranjeros vengan y se gasten su dinero en el país.  En realidad todo el turismo del país está pensado para el visitante occidental, en concreto, el británico, australiano, americano y el germano.  Y como suele ocurrir en este tipo de casos, el turismo ha generado mucha riqueza, pero también algunos tipos de pobreza. En esta entrada nos ha parecido oportuno hacer mención al turismo sexual,  algo que todo el mundo sabe sobre Tailandia, pero que cuando uno lo ve en primera persona  genera repulsión y mucha tristeza.
Durante el viaje hemos visto algún escenario  donde este tipo de turismo se podía apreciar a legua, pero es quizás Tailandia y en concreto la población de Nong Khai  donde vimos más situaciones obvias de turismo sexual. De hecho en Nong Khai dormimos en un  hotel de citas (por así decirlo) y sus clientes occidentales (excepto nosotros) eran hombres solitarios en busca de compañía Thai.  Lo más triste de la cuestión es que vimos claramente que algunas de ellas eran incluso menores. De modo que los documentales de la TV no exageran tanto como pensamos y lamentablemente este tipo de turismo cada día tiene más adeptos y va contagiando a los países vecinos más ingenuos y con mucha necesidad.

Blanca a la entrada de un templo en Chiang Mai
Hicimos parada en Nong Khai para poder organizarnos en Tailandia y para coger el primer bus a Chiang Mai.  Así que no visitamos nada allí (excepto unos centros muy interesantes para comprar cacharritos tecnológicos a buen precio). Queríamos llegar a Chiang Mai lo antes posible ya que teníamos una agenda un poco apretada en Tailandia. Después de varios quebraderos de cabeza llegamos a Chiang Mai.  Para situaros un poco en el mapa, nosotros habíamos entrado a Tailandia por la frontera noreste y Chiang Mai está en el noroeste del país.  Nos desplazamos hasta Chiang Mai por que la mayoría de guías recomiendan una parada en este lugar y teníamos curiosidad. Chiang Mai es sin dudas un centro cultural turístico importantísimo en Tailandia.  Alberga más de 300 templos budistas y otros 300 hostales de mochileros! Bromas aparte, esta ciudad queda muy cercana a las montañas y a parques nacionales protegidos, así que además de tener interés propio, resulta un buen punto de partida para los que decidan hacer cualquier tipo de aventura por los alrededores. Debido a las inundaciones que sufrió el país, Chiang Mai quedó gravemente afectada, pero durante nuestra visita, la ciudad brillaba de nuevo  y cabe destacar que nos pareció limpia, ordenada y mucho más tranquila y apacible de lo que ya habíamos visto de Tailandia.


Detalle de uno de los templos

"Misa" budista

Buda durmiente

Ahora ya sabemos porque gusta tanto a los turistas occidentales: es mucho  más tranquila que Bangkok, tiene más naturaleza y muchas actividades interesantes a muy buen precio.  Nosotros sólo permanecimos 2 días en la ciudad,  visitamos los templos más importantes y….nos paseamos por la ciudad y empezamos a disfrutar de la comida Thai.


No sabemos que era pero estaba buenìsimo!!!
 

Sepia sazonada en un puesto de mercado
 




Antes de seguir adelante con el relato os debemos confesar que teníamos un poco de pereza de visitar Tailandia. Quien lea esta confidencia, quizás pueda sentirse ofendido por nuestra necedad, pero llevábamos mucho tiempo viajando, eran días de Navidad, estábamos bastante cansados y además Tailandia estaba al pleno de turistas (algo que no nos agrada mucho!). De modo que visitamos el país con un relajo fuera de lo común en nosotros.

Quique paseando por Chiang Mai

Nuestro siguiente destino era la playa. Habíamos pensado en visitar las playas de arena blanca y mar turquesa Tailandesas durante los días de fin de año. Pero, grave error, porque esa misma decisión también la habían tomado otros 10.000 turistas! Así que nuestra imagen idílica de playa de arena blanca solitaria se veía trastocada. Nos costó muchísimos días de investigación encontrar un lugar bonito y tranquilo que no estuviera masificado de turistas y fiestas de “full moon” ( son unas fiestas famosísimas que se celebran en las playas del Phuket, o ko Samui  durante las noches de luna nueva y la noche de fin de año, donde los turistas occidentales y australianos hacen todo lo que no harían en sus países!)


Blanca paseando por la playa en Kotha Chai

Finalmente dimos con el lugar, Khao Lak, una  población de la costa del mar de Andaman, muy  conocida por ser uno de los puntos  favoritos de los buceadores en Tailandia,  ya que es el puerto de partida para ir a las islas Similian (según expertos, una joya del buceo). Khao Lak también es muy conocida por haber sido una de las zonas más afectadas de Tailandia en la catástrofe  del Tsunami del 26 de Diciembre del 2004.  Recordado, hoy,  como uno de los peores desastres naturales de la historia. Este Tsunami fue consecuencia de una fractura a lo largo de la zona de subducción de la fosa de la Sonda y generó uno de los 3 terremotos más potentes que se han registrado hasta el momento: Un  9,3 en la escala de Richter. Se vieron  olas de 35 m de altura y se estima que hubo un total de 280.000 muertos, y en concreto, unos 4.000 en Khao Lak, ( aunque otras fuentes no oficiales de la zona citan a 10.000 , hubo muchos fallecidos que eran inmigrantes birmanos, que no estaban censados). Todo el paisaje litoral, playas, resorts, vegetación fue totalmente destruido y todo lo que aconteció después es bien conocido gracias a las imágenes espeluznantes que vimos durante las Navidades del 2004. Incluso hay una película española que muestra a la perfección lo que allí ocurrió: “Lo imposible”. Cuando decidimos ir a Khao Lak la película más taquillera del cine español  no existía. Fue mucho más tarde cuando ya habíamos regresado a España que se estrenó la película y cuando la vimos nos quedamos perplejos porque  se trataba del mismo sitio donde habíamos estado y durante las misma época del año.
Una vez puestos en contexto os contaremos que 7 años más tarde de la tragedia, Khao Lak ha sabido renacer y convertirse de nuevo en uno de esos parajes para apuntarse en la libreta de “lugares a regresar”. Nuestra llegada fue muy poco agradable ya que el Bus se demoró más de lo esperado y llegamos a las 2 de la madrugada. Imaginaros la postal: Kike y Blanca  llegan con sus mochilas a un pueblo de la costa de Tailandia completamente dormido. No había nada abierto, así que no quedaba otra y  buscamos un banco bien cómodo para dormir con las mochilas atadas al cuerpo. Gracias a Dios el día siguiente amaneció temprano y surgió lo que nosotros le llamamos “el efecto ángel de la guarda”.  En ese pueblito somnoliento y sin nadie en la calle más que nuestras dos pintas surgió un ángel Thai! Sí, de golpe apareció una señora andando y como era la única persona que habíamos visto hasta el momento nos acercamos a preguntarle por el Hostal que habíamos reservado….y zas! El milagro ante nuestros ojos aconteció: ella era la dueña del Hostal! No os parece algo increíble? Nosotros  no lo podíamos creer! Imaginad el estado tan lamentable que traíamos que incluso la señora mandó un coche para que nos recogiera y nos llevara al Hostal. Ese día nos sentimos muy afortunados! Pero sin darnos cuenta ya era 30 de diciembre, apenas habíamos dormido y queríamos reservar una excursión para el día siguiente en Khota Chai.

Durante el día no conseguimos descansar, había mucho por ver y preguntar, pero al caer la noche estábamos rendidos, fuimos a cenar algo, nos dimos un bonito paseo por la playa, vimos encender los farolillos que la gente lanza al aire (Nosotros no quisimos encender ninguno por una cuestión de respeto al medioambiente ya que esos farolillos funcionan como un globo aerostático llevan como armazón un alambre que luego cae al suelo o al mar y allí se queda hasta que algún turista o local se lo clave).


Los farolillos son muy bonitos y la tradición en sí es preciosa, pero quien recoge los miles de aros de metal que se quedan tirados en la playa o que caen al mar? (Sin duda, hay que investigar como hacer la misma tradición sin perjudicar tanto el medioambiente).

El día siguiente madrugamos bastante y nos dirigimos a la paradisiaca isla de kotha chai. Nuestra primera intención era ir a las Islas Similian, pero como todo estaba tan repleto nos dijeron que un lugar más alejado aunque algo más caro podía ser un gran aliado para nuestras intenciones. Kotha Chai es una pequeña isla a unos 90 km de la costa. Según nos contaron, hace apenas 3 años que se visita la isla y que tiene la arena más blanca de la zona. Embarcamos en una lancha rapidísima hacia la preciada isla. Durante el trayecto vimos delfines e hicimos un rato de snorkeling. Las fotos muestran  la belleza del fondo del mar. Y uno se pregunta que si sólo haciendo un poco de snorkelling se apreciaba esa riqueza, imaginaros lo que se debe ver haciendo buceo de verdad.
Delfines

Una vez más nos adentramos en el mundo submarino...

...A nadar entre los peces...
...Peces de colores!!...

...Peces de rayas!!...


...peces grandes...
 
...Y peces pequeños...

Finalmente llegamos a la isla y tal como imaginábamos: el paraíso!  Kotha Chai tiene una playa de arena blanca larguísima y preciosa y por lo tanto el mar es  azul turquesa. En definitiva, no vamos a entrar en más detalle porque sólo recordarlo y se nos ponen los dientes largos! Menuda suerte poder despedir el año así!

 
Blanca recogiendo "petxines"
 


¡ FELIZ 2012 !

Cuando regresamos, por la noche, teníamos que celebrar la entrada del nuevo año, pero por mucho que nos esforzábamos los ojos se  nos cerraban, así que decidimos ir al hotel para esperar el año nuevo y de allí regresar de nuevo a la playa, pero como por arte de magia los dos caímos redondos y sólo recordamos un petardo fuerte para anunciar la entrada del 2012. Nos despertamos, abrimos medio ojo para darnos un beso  y volvimos a nuestros sueños más profundos.


Después de este regalo visual que supuso nuestra visita a la isla, tocaba volver a la civilización, nos quedaba Bangkok! Nuestros días en la capital fueron una sucesión de momentos divertidos. Como ya habíamos comentado anteriormente, estábamos perezosos por hacer una exploración intensiva de la ciudad. Así que visitamos Bangkok con alegría y relajo. De modo que recorrimos la ciudad como si de algún modo ya la conociéramos.
Y evidentemente visitamos sus lugares más turísticos y aquí tenéis la muestra:
Dos simpáticos turistas
Unos cuantos Budas

Eso sì, los "Togethers" siempre buscaron la manera de optimizar el presupuesto
 Todo el mundo habla maravillas de Bangkok: ciudad de contrastes, colores…etc. Nosotros vimos una ciudad modernísima con claro de liderazgo sobre todo el Sudeste Asiático, y como suele ocurrir con estas urbes crecidas sin orden ni concierto, vimos mucha pobreza, suciedad y caos al lado de edificios de cristal ultramodernos. La estampa de una señora con un “chiringo de cocina portátil” haciendo sopas Thai en la esquina de un edificio financiero y corporativo se repetía sin cesar. Y lo mejor era ver ejecutivos y gente humilde sentados en cuclillas absorbiendo los fideos con ese ruido tan particular.   Los tailandeses comen a todas horas, su obsesión por la comida es fascinante. Tienen una riqueza culinaria  excepcional, estamos convencidos que todo aquel que le interese el mundo culinario debe visitar el país con la mente abierta a  probar lo que jamás hubiera pensado.  Nosotros  disfrutamos algunos platillos de fácil ingesta, pero como en todo el mundo, hay que visitar la ciudad con un oriundo y apreciar los secretos escondidos en los puestos ambulantes de callejón y esquina.
Como siempre no podía faltar una visita al mercado


Unos monges van de compras

Mmmmm

 La ciudad es una parada obligatoria para todo aquel que sea víctima de un consumismo feroz. Las calles son un mercado continuado y dependiendo de la zona se convierten en centros comerciales de gran lujo (un lujo que sólo habíamos visto en Singapur y que volveríamos a ver en Dubai).
Uno de los innumerables centros comerciales de la ciudad
 

"A night in Bangkok"

Y otro sitio más para ir de compras!


Destaca en la ciudad su faraónico metro aéreo. Bangkok sufre inundaciones casi cada año así que no era viable construir un metro subterráneo en todas las líneas. Para evitar problemas elevaron las vías. Para ello construyeron unos enormes pórticos y pilares de hormigón. Quique quedo impresionado al ver aquella colosal estructura suspendida sobre las calles de la ciudad!!!


El impresionante "skytrain" cruza la ciudad

A bordo del tren se tienen unas fantásticas vistas de la ciudad
Y si no, uno siempre puede coger un taxi
En nuestra humilde opinión Bangkok es una ciudad que primero agradece ser recorrida y finalmente visitada.
Llegando al aeropuerto de Bangkok
Y como colofón tomamos un taxi (de milagro, porque a las 4:00 de la mañana y lloviendo no fue nada facil) hacia el aeropuerto (un señor aeropuerto con miles de tiendas por si a alguien le faltaba algo por comprar) para dirigirnos a nuestra próxima aventura : Myanmar (Birmania)